La menstruación ha sido tradicionalmente un tabú. No hablamos de esto en presencia de hombres, escondemos las toallas sanitarias en el carrito del súper y en nuestra casa, no podemos pedir a nuestros esposos o hijos varones que nos las vayan a comprar, por mencionar algunas de muchas prácticas.
Además, este manejo secreto del tema lleva a algunas mujeres a auto restringirse en diferentes aspectos, por ejemplo, no participando en actividades deportivas, recreativas o reuniones sociales, incluso existen ciertos grupos sociales en el mundo que tienen la percepción de que la menstruación es algo sucio, por lo que excluyen a las mujeres de la vida pública, poniéndoles restricciones durante el sangrado que llegan a la prohibición del manejo de alimentos, la entrada a recintos religiosos o al aislamiento.
De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la menstruación está intrínsecamente relacionada con los derechos humanos, ya que cuando las mujeres no pueden acceder a instalaciones de baño seguras, contar con medios eficaces para su higiene menstrual o viven en un ambiente en el que se maneja este tema con vergüenza, se daña su dignidad humana.
De acuerdo con la UNFPA, algunos de los problemas que enfrentan las mujeres por percepciones erróneas de la menstruación son:
Obstáculos en oportunidades igualitarias
Existe la creencia en diversas comunidades que las mujeres y niñas tienen dificultades para manejar sus emociones como resultado de sus ciclos menstruales. Estas ideas refuerzan la desigualdad de género.
Obstáculos al saneamiento y la salud
La pobreza limita el acceso de las mujeres a los medios para su salud menstrual, algunas de ellas llegan a utilizar trapos, hojas o periódicos para absorber la sangre menstrual aumentando las probabilidades de obtener infecciones. En respuesta, existen en el mundo esfuerzos para dar acceso gratuito a toallas sanitarias u otorgar incentivos fiscales, como sucedió en México recientemente cuando se eliminó el IVA de las toallas, tampones y copas menstruales.
Vulnerabilidad
En algunas culturas, iniciar con la menstruación es señal de que las mujeres, niñas todavía, están listas para el matrimonio o la actividad sexual, lo que las expone a abusos y violencia.
¿Qué puedes hacer tú para ayudar a terminar con el tabú?
- 1Hablar del tema con naturalidad entre mujeres y hombres, es algo que forma parte de la vida de 300 millones de mujeres en el mundo y tiene un fin biológico para la preservación de la especie humana.
- 2Enseñar a las niñas que no es un motivo de vergüenza y darles herramientas para puedan seguir con su vida normal durante la menstruación, el uso de copas menstruales o tampones es una buena alternativa.
- 3Enseñarles también qué es un ciclo menstrual normal y qué no, para que recurran a un doctor en caso de que lo necesiten.
- 4Educar a los niños y jóvenes que un accidente relacionado con la menstruación no debe de ocasionar críticas o burlas.
- 5Si tienes una empresa o negocio asegúrate del acceso de las mujeres y niñas a baños limpios, seguros y con agua potable. Es también importante que cuenten con basureros donde desechar los productos sanitarios.
Por último, enseñemos a las niñas de las nuevas generaciones que ir al ginecólogo es algo natural y que, al contrario de la vergüenza, las empodera sobre el cuidado y manejo de su cuerpo