huérfanos covid

Huérfanos del Covid

Como trabajadora social, los huérfanos del COVID-19 me han inquietado desde el inicio y repunte de la pandemia. Quizás más que nunca antes, he tenido que enfrentar situaciones en las que los familiares de los pacientes hospitalizados por complicaciones del COVID, reciben el reporte de la muerte de su ser querido vía telefónica y externaban con desesperación, angustia y llorando “qué les voy a decir a sus hijos, qué voy hacer con ellos”. Igualmente dolorosos han sido los casos de jóvenes que perdieron a sus padres, o cuidadores primarios, y ellos tuvieron que asumir la responsabilidad de los hermanos menores y yo, en ambos casos, solo pude proporcionar orientación, información y consuelo a través de una llamada telefónica.

En México, el primer caso de COVID-19 se detectó el 27 de febrero del 2020 y 64 días después, específicamente el 30 de abril, el número de pacientes alcanzó un total de 19,224 casos confirmados y 1,859 defunciones donde la edad promedio fue de 46 años. En el caso de la Ciudad de México, el rango de edad de los 12,656 casos confirmados fue de 30 a 59 años, con mayor incidencia en hombres (58%), donde la mayoría de los pacientes fallecidos tenían uno o múltiples comorbilidades: hipertensión, diabetes y obesidad. 

México superó las 200,000 muertes por coronavirus el jueves 25 de marzo del 2021, un año después de que la pandemia empezara, y se convirtió en el tercer país con más decesos en el mundo y más de 2.2 millones de contagios, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Como resultado, un sinfín de niños, niñas y jóvenes han quedado en el olvido. 

Los niños y jóvenes que pierden a uno de sus padres tienen un elevado riesgo de sufrir un duelo traumático, depresión, muerte o suicidio involuntario (por muerte súbita o inesperada de los padres o cuidadores), a esta situación debemos añadir que estas muertes ocurrieron en un momento de aislamiento social y dificultades económicas. 

En febrero del 2021, 37 mil 300 niños de 0 a 17 años habían perdido al menos a uno de los padres debido a la pandemia por COVID-19; tres cuartas partes de los cuales eran adolescentes (estas estimaciones se basan en modelos demográficos y no incluyen el duelo de los cuidadores primarios: abuelos, tíos, etc…)

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Si los menores no son canalizados en el momento adecuado, hay posibilidades de que estos traumas se manifiesten después y sea más compleja su atención

Director de la Red por los Derechos de la Infancia en México.-  Considera que las autoridades deben de elaborar un protocolo de atención para Huérfanos por COVID-19.  Advierte que hay un limbo para otorgar apoyos, ya que miles de actas de defunción no especifican que la muerte fue a causa del coronavirus y usan términos como “Neumonía Atípica” o  “Paro Cardiorespiratorio” lo que frena las ayudas económicas.

La UNAM en Gaceta publica el 07 de Agosto del 2021.-  La UNAM ayuda a los huérfanos de la pandemia, Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, informa que hay 6,866 niños (as) y adolescentes en situación de orfandad. DIF y SEP se han visto beneficiados 5,074  Huérfanos con el Programa de Becas para el Bienestar Benito Juárez $1,600 bimestrales.

Estimaciones Mínimas Globales de Niños(as) afectados por orfandad y muertes asociadas a COVID-19   de cuidadores.

Artículo  The Lancet, 20 de Julio del 2021.

Product Name

Price

Tutores Principales

Madre

34,342

Padre

97,951

Ambos

32

Total

131,325

Cuidadores Secundarios

Abuela

4,429

Abuelo

5,342

Ambos

36

Total

9,807

Total

141,132

La pandemia puso en evidencia eventos crónicos como hacinamiento, violencia física y sexual, acceso a sustancias tóxicas y desempleo, generando desajustes en la salud mental en los niños(as) y adolescentes, como ansiedad, angustia, miedo, depresión, suicidio, rezago educativo, abandono escolar, así como sufrimiento y dolor ante las pérdidas. 

El dolor que sufren los huérfanos es una tragedia y el impacto en su salud mental puede comprenderse con las siguientes referencias psicológicas: 

Estado de malestar inducido por la amenaza de la pérdida de la integridad de la persona con dependencia de su causa. Dolor Total.

Cassell

Respuesta negativa inducida por el dolor y también por el miedo, la ansiedad, el estrés. La pérdida de objetos afectivos y otros estados psicológicos. Describimos en nuestra cultura el sufrimiento con el lenguaje del dolor.

Melzack

Estado afectivo, cognitivo y negativo complejo, caracterizado por la sensación de encontrarse amenazado en su integridad por su sentimiento de impotencia para hacer frente a esa amenaza.

Chapman y Grauin

Más allá de la estadística oficial, nadie sabe realmente cuántos huérfanos habrá en México. Nadie se ha preocupado por “contabilizar la orfandad”, en dónde y con quién están viviendo y conviviendo esos huérfanos o quién se está haciendo cargo de ellos.

Se tiene que concientizar a la sociedad respecto a los estragos de la COVID-19, priorizando a los niños, niñas y adolescentes, formar redes de apoyo para captar las pérdidas que presentó esta población y fomentar una conciencia humanitaria.

En este artículo hago un llamado a las autoridades a crear un programa integral para apoyar a estas familias, tanto en lo económico, como en lo psicológico. 

María Bárbara Vázquez Meléndez

Mi nombre es Bárbara, tengo 58 años, soy madre soltera, tengo dos hijas y una nieta. Soy Trabajadora Social, empecé a ejercer mi profesión en el año 2009. Actualmente me encuentro laborando en el Hospital General Balbuena como encargada del servicio de Trabajo Social en jornada acumulada, me gusta actualizarme constantemente, tengo diversos cursos y Diplomados en Administración de Hospitales, en Tanatología Básica y actualmente estoy cursando Tanatología Clínica.

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