¡Cuántos desafíos nos ha presentado la pandemia! Llenaríamos páginas y páginas con los diferentes experimentos sociales a los que nos expuso la emergencia sanitaria de la noche a la mañana, desde el teletrabajo y la escuela en línea, hasta el mantenimiento de nuestros lazos familiares y sociales vía digital.
Aprovechando este momento histórico, el antropólogo y biólogo evolutivo Robin Dunbar, profesor de la Universidad de Oxford y miembro de la Academia Británica, continuó con sus estudios sobre el impacto de los lazos de amistad y las relaciones sociales en los seres humanos, y concluyó que entre el gran número de amistades o relaciones que podemos llegar a tener –hasta 150 de acuerdo con la Teoría del Cerebro Social de Dunbar– solo cinco pueden considerarse amigos íntimos, cifra que puede incluir a familiares cercanos.
En Friends: Understanding the Power of Our Most Important Relationships (Amigos: Comprendiendo el poder de nuestras relaciones más importantes), Dunbar explica que para tener y mantener una amistad íntima necesitamos invertir alrededor del 40% de nuestro “tiempo social”, lo cual equivale a la decisión que día a día tomamos para interactuar en forma muy cercana con:
Dunbar afirma que estos cinco amigos de la pandemia suelen ser a los que más contactamos, en los que más pensamos, con los que más contamos y de los que más esperamos y, aún cuando algunas personas pueden entrar y salir del círculo cercano, los amigos son tan importantes que incluso a nivel médico se ha reconocido que ejercen una gran influencia en nuestra salud y estado emocional porque nos ayudan a desatar los efectos positivos de la serotonina, dopamina, endorfina y oxitocina, sustancias conocidas como el “cuarteto de la felicidad”.
En momentos como los que estamos transitando desde hace más de un año, es bueno tener bien identificados a nuestros cinco amigos de la pandemia, yo ya lo hice y el experimento me encantó. ¿Te animas a hacerlo?
La teoría de Dunbar: